Plantas y bacterias están indisolublemente asociadas. Las bacterias pueden ser patogénicas,
epifitas, endófitas, simbióticas y antagónicas. Gran cantidad de bacterias
forman asociaciones íntimas con las plantas. Las bacterias asociadas a las
plantas intercambian señales con su hospedero y poseen diversos mecanismos para
adaptación y colonización.
Las bacterias endófitas colonizan tejidos internos vivos de las
plantas, sin causar ningún efecto negativo inmediato o daño aparente a la
planta. son encontradas principalmente en los espacios intercelulares de los
tejidos y, con menor frecuencia, intracelularmente y en tejidos vasculares.
Promueven el crecimiento en las plantas, aumentan la resistencia a
enfermedades, contribuyen a la fijación biológica de nitrógeno y brindan protección contra patógenos
mediante la producción y síntesis de metabolitos secundarios. Se considera que
la penetración y colonización de tejidos ocurren durante la formación de las
semillas o posteriormente desde la rizosfera o el rizoplano. La penetración en
la planta puede ocurrir por los estomas, heridas y áreas de emergencia de
raíces laterales. Las endófitas pueden producir enzimas hidrolíticas capaces de
degradar la pared celular de los vegetales. La densidad poblacional de
bacterias endófitas es menor que la de patogénicas y, por lo menos algunas de
ellas, no inducen respuesta de hipersensibilidad y por eso no son reconocidas por
la planta. De modo general, la microbiota endófita es influenciada por los factores
bióticos y abióticos que también afectan al suelo y la planta hospedera. Se
considera que evolutivamente las bacterias endófitas son intermedias entre
bacterias parasitas y patógenas de plantas. Las primeras evidencias de
bacterias endófitas se encontraron en fósiles de las primeras plantas
terrestres.
Un ejemplo sobre asociación planta-bacteria estudiado ocurre en el
Desierto Sonorense. Se trata de la asociación entre cardones (Pachycereus pringleii) creciendo sobre rocas con la ayuda de bacterias. La
asociación planta-bacteria en cardones promueve el establecimiento de sus
plantas y su crecimiento sobre rocas ígneas sin suelo. Las bacterias endófitas
disuelven diversos tipos de rocas y minerales, liberando cantidades
significativas de minerales útiles para la planta, ademas de fijar nitrógeno, y
reducir las partículas de rocas hasta formar suelo. La formación de suelos es
promovida por bacterias endófitas y del rizoplano, las cuales habitan el interior y
superficie de las raíces de la planta.
La planta es un hábitat dinámico en que diversos factores pueden influenciar la estructura y composición de la comunidad bacteriana. El estudio del complejo ecosistema endófitico traerá múltiples beneficios a la agricultura y al entendimiento de las relaciones entre plantas y microorganismos. El impresionante universo de las plantas y sus huespedes internos esta ahí, esperando le echemos un vistazo y lo descubramos…
Adán Silva Flores...
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